Quienes somos apasionados del mundo de la literatura, y la ponemos en práctica a través de la escritura y la lectura, siempre recibimos con agrado los consejos y las recomendaciones que nos ayudan a mejorar nuestros hábitos.
En esta oportunidad, en Ediciones Kitzalet, nos enfocamos en algunos tips relacionados con cómo desarrollar el hábito de la escritura. Si quieres dedicarte a ella de manera profesional o, tal vez, solo deseas mejorar tu comunicación escrita, este post es para ti.
Lee con frecuencia
Por regla general, los buenos escritores suelen ser buenos lectores. Una práctica alimenta a la otra; leer con frecuencia y en abundancia aumentará tu creatividad y te dará más ideas para desarrollar. Libros, artículos, revistas y posts pueden darte luces sobre cómo narrar una historia, así como pistas para ampliar tu vocabulario y mejorar tu ortografía. Lee sobre diferentes autores y temas y, además, utilízalos como referencias que les den veracidad y autoridad a tus escritos. Cuanto más leas, mejor escribirás. Con cada libro que leas, conocerás nuevos mundos. Paso a paso, tus gustos literarios se definirán y serás capaz de extraer más aprendizaje de cada lectura.
Escribe de manera regular
Desarrollar una rutina de escritura te ayudará a convertirte en un experto en la materia. Aunque no lo parezca, aprender a escribir es igual que cualquier otra cosa en la vida. Puedes comenzar con textos cortos una vez a la semana, e ir aumentado, paulatinamente, tanto la extensión como la frecuencia. Una vez que desarrolles en hábito, puedes dedicarte a escribir durante un determinado número de horas al día, como el maestro del terror, Stephen King. Sin embargo, escribe a tu ritmo, diviértete y disfruta el proceso.
Lleva una libreta de apuntes
Ten siempre a mano alguna herramienta en la que puedas anotar las ideas que vengan a tu cabeza de manera repentina y puedan convertirse en motivaciones para escribir. Regístralas antes de que se desvanezcan. Puede ser un cuaderno o una libreta y lápices para apuntar, pero también puedes utilizar la aplicación de notas o la grabadora de voz de tu móvil.
Evita repetir palabras
Hacer uso de un vocabulario amplio es fundamental, para no repetir palabras en un mismo párrafo, o en párrafos muy cercanos. Esto permite que la lectura sea más fluida y que el mensaje del texto sea captado más fácilmente. Sin embargo, no es siempre posible. Siempre que se pueda, busca un sinónimo que pueda reemplazar lo que escribiste. Lo primero que debes hacer es encontrar tus muletillas y cambiarlas por otras palabras. La lengua española es muy rica; aprovéchala.
Lee en voz alta
Acostumbrarte a leer tus textos en voz alta puede ayudarte a tomar conciencia sobre tu redacción. Este ejercicio te ayudará a notar si la fluidez y tus pausas son correctas. Por ejemplo, si en algún momento te falta la respiración, significa que tus oraciones son muy largas y no tienen la puntuación adecuada. Al escucharte, también podrás percibir si hay alguna cacofonía y corregirla.
Escribe sin editar
Querer escribir el texto ideal puede hacer que te demores mucho más de lo necesario. Si te detienes a corregir lo que estás escribiendo, corres el riesgo de perder la inspiración. Acostúmbrate a escribir sin corregir ni editar. Mientras más cómodo te sientas al escribir sin pensar, más rápido lo harás y más sencillo te resultará cada día. Por otra parte, evita caer en el perfeccionismo: siempre sentirás que tu texto puede mejorar, por lo que debes saber cuándo dejarlo ir o, de lo contrario, nunca lo publicarás. Una vez hayas terminado, revisa tu ortografía.
Deja fluir tu creatividad
Nada debe hacerse de manera forzada, porque no saldrá bien. Si cuando comienzas a escribir una historia, notas que no avanzas, que el desarrollo de la trama o de los personajes te resultan lentos o complicados, suelta el texto. Si la historia realmente merece la pena, si es buena de verdad, ya regresará a ti cuando estés preparado para escribirla. Lo mismo aplica para cualquier tipo de publicaciones, como artículos de revistas o de blogs.
Seguir estos consejos hará que tu escritura mejore sustancialmente. Inclúyelos en tu rutina creativa y verás cómo, paso a paso, tus textos irán tomando cuerpo y lograrás materializar el libro de tus sueños.
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