Detrás de todo buen texto publicado hay un trabajo -previo y minucioso- de corrección de estilo. Un corrector de textos profesional se encargará de que todo manuscrito revisado por él tenga una ortografía perfecta y se esmerará para que se publique sin ningún tipo de error gramatical.
Para el ejercicio de este oficio son necesarios conocimientos lingüísticos, obviamente, pero también es importante que el corrector sea intuitivo, curioso y crítico, para determinar si el texto que está leyendo expresa y transmite claramente el mensaje que el autor quiere comunicar a su audiencia.
¿Qué es un corrector de textos?
El corrector de textos es un profesional que atiende tanto la forma como el contenido del texto: revisa su ortografía, el uso de los signos de puntuación y la estructura gramatical. Además, se encarga de que el texto sea preciso: evita redundancias y ambigüedades; y comprueba la cohesión y la coherencia de las ideas que lo componen.
Aunque, eventualmente, las funciones pueden tender a solaparse, debe quedar claro que el corrector no es editor ni autor, ya que cada uno tiene su rol delimitado dentro del proceso de producción editorial. El corrector debe abocarse a la optimización del texto, siempre respetando el estilo del autor. Es cierto que, en ocasiones, es necesario reorganizar el texto, pero esta reescritura será previa notificación al autor y bajo su supervisión y aprobación.
¿Qué conocimientos y herramientas debe manejar un corrector de textos?
La corrección de estilo, generalmente, es ejercida por filólogos y lingüistas, ya que el profesional que aplica sus conocimientos como corrector de textos debe tener un amplio dominio de la lengua -española, en nuestro caso- y de los niveles que la conforman:
- Fonético-fonológico
- Morfosintáctico
- Léxico-semántico, y
- Pragmático.
El hecho de que el corrector de textos sea un especialista, no implica que deba conocer todos los detalles y las normas de la lengua. Por esta razón, suele consultar manuales, diccionarios y obras especializadas. Es importante que sepa a qué fuentes de referencia lingüística y lexicográfica remitirse (como gramáticas y corpus) según el tipo de texto que esté revisando, para despejar las dudas que puedan surgir.
La corrección profesional es uno de los servicios editoriales más demandados en la actualidad. Si estás en el proceso de publicar un libro, asegúrate de contar con un buen corrector que le dé dinamismo y fluidez a tu obra.