Para producir un libro y poder tenerlo en nuestras manos o en la pantalla de nuestros dispositivos electrónicos es necesario pasar por un proceso previo, conocido como ruta editorial.
Este proceso -fascinante para muchos- implica la participación de un equipo creativo multidisciplinario y consta de distintas fases, que pueden desarrollarse de manera paralela, e incluso, solaparse en determinados momentos:
- Recepción del texto original
- Evaluación y aceptación del manuscrito
- Edición del texto
- Corrección de estilo
- Diagramación y montaje del libro
- Arte final y preprensa del archivo definitivo
- Publicación de la obra.
La producción editorial: sus etapas
Como escritores apasionados siempre querremos ver nuestra obra publicada. Para dar este paso, es importante que entremos en contacto con un conocedor de la industria editorial, quien recibirá nuestro manuscrito y evaluará la pertinencia de su contenido.
Una vez aceptado, el editor hará propuestas sobre los aspectos formales del texto: la división del libro en capítulos; el tipo y tamaño de fuente a utilizar; así como el uso de títulos, subtítulos e imágenes, entre otros detalles. Por otra parte, el editor también se encargará de los asuntos legales y administrativos que implica la publicación de un libro, como la tramitación del ISBN y el depósito legal.
Luego de ser editado, el texto pasa a la etapa de corrección de estilo. El corrector suele ser experto en gramática, ortografía y puntuación; su labor consiste en hacer una revisión profunda del material, verificar que esté bien escrito y sea un texto coherente y cohesionado. Tanto el editor como el corrector de estilo siempre estarán comunicándonos sus propuestas y seremos nosotros -como autores- quienes las aprobaremos o rechazaremos.
De manera paralela, un diseñador gráfico llevará adelante toda la propuesta visual de la obra. Por lo general, una misma persona se encargará del diseño de portada, maquetación y montaje del libro, así como de proponer la paleta de colores para las imágenes internas y externas, en caso de que las amerite.
Hemos llegado al punto en el que todas las vertientes se unen en un solo documento. Una vez que los cambios propuestos en la primera lectura del corrector fueron aprobados e incorporados por el editor en el texto ya diagramado, la obra vuelve a corrección de estilo para una segunda lectura, para cerciorarnos de que ningún error involuntario se nos haya escapado.
Según la temática tratada -en el caso de textos científicos, por ejemplo-, en ocasiones es recomendable que un especialista en la materia haga una lectura final de la obra, con el objetivo de asegurarse de que todos los datos expuestos sean exactos y que toda la información dada sea correcta.
Publicar el libro: la fase final
Finalmente, una vez que la ruta editorial se ha cumplido y el archivo definitivo está listo, la última fase es la publicación de nuestro libro.
A pesar de que el soporte tradicional es el papel, hoy en día contamos con nuevos escenarios para hacerlo; por ejemplo, publicar libros en Amazon. Aunque pueda parecer complicado, por fortuna, en la actualidad podemos contar con el apoyo de editoriales digitales.