La ortografía es un sistema de normas convencionales que regulan el uso correcto de los sistemas de escritura de cada lengua. Al ser una convención, la relación que existe entre los constituyentes de esos sistemas y los valores que sus usuarios les asignan es arbitraria.
En el caso de las mayúsculas y las minúsculas, las reglas de uso varían de un sistema al otro: por ejemplo, algunos no utilizan letras mayúsculas, como el árabe; mientras que otros escriben con mayúscula inicial todos los sustantivos, como el alemán, a diferencia del español, en el que esta distinción se aplica solo en los nombres propios.
Estas normas están sujetas a cambios y pueden evolucionar con el transcurso del tiempo. Por ejemplo, durante los siglos XVI y XVII, en español, los días de la semana y los meses del año se escribían con mayúscula inicial, criterio que no se aplica en la actualidad.
Uso adecuado de las mayúsculas
La aparición de las mayúsculas en la escritura está condicionada por distintos factores. Al igual que en el texto acerca de los signos de puntuación, para explicar el uso adecuado de las mayúsculas y las minúsculas (conocidas también en el mundo editorial como altas y bajas) citaremos dos obras de la Real Academia Española (RAE), las cuales recomendamos visitar para consultar los ejemplos de uso: el Diccionario panhispánico de dudas (2005) y la Ortografía de la lengua española (2010).
Cuestiones formales generales
- El empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación. Únicamente las siglas, que se escriben enteramente en mayúsculas, no llevan nunca tilde.
- Cuando los dígrafos ch, gu, ll y qu se emplean en mayúscula al inicio de una palabra escrita con minúsculas, solo adopta forma de mayúscula el primero de sus componentes; pero si los dígrafos forman parte de una palabra escrita enteramente en mayúsculas, deben ir en mayúscula sus dos componentes. Cuando los dígrafos forman parte de una sigla, se escribe en mayúscula solo el primero de sus componentes.
- La forma mayúscula de las letras i y j carece del punto que llevan en su grafía minúscula.
Uso de mayúsculas en palabras o frases enteras
- Se escriben enteramente en mayúscula las siglas y algunos acrónimos.
- Se utiliza la escritura en mayúsculas con el fin de destacar determinadas frases o palabras dentro de un escrito:
- Las palabras o frases que aparecen en las cubiertas y portadas de los libros impresos, así como los títulos de cada una de sus divisiones internas
- Las cabeceras de diarios y revistas
- Las inscripciones en lápidas y monumentos
- En textos jurídicos y administrativos, el verbo que presenta el objetivo del documento, por ejemplo: CERTIFICA
- En textos de carácter informativo, las frases que expresan su contenido fundamental
- Los textos de los carteles de aviso, para asegurar su visibilidad.
Uso de mayúscula inicial exigido por la puntuación
De acuerdo con la posición que la palabra ocupe en el escrito, la puntuación exige su escritura con mayúscula inicial en los casos siguientes:
- Si se trata de la primera palabra de un escrito o va después de punto y seguido o punto y aparte
- Si sigue a los puntos suspensivos, solo cuando estos cierran un enunciado
- Después de los dos puntos, debe comenzarse el texto con inicial mayúscula en los casos siguientes:
- Tras la fórmula de encabezamiento o saludo de una carta
- Tras el verbo fundamental de un documento jurídico-administrativo
- Tras el anuncio de la reproducción de una cita o palabras textuales.
Uso de mayúscula inicial independientemente de la puntuación
- Se escriben con letra inicial mayúscula los nombres propios y también los comunes que, en un contexto dado, funcionan con valor de tales, es decir, cuando designan seres o realidades únicas. Se escriben con inicial mayúscula las palabras siguientes:
- Los nombres propios de persona, animal y cosa singularizada.
- Los nombres de divinidades.
- Los apellidos.
- Los sobrenombres, apodos y seudónimos
- Los nombres comunes que, por antonomasia, se utilizan para designar a una persona en lugar del nombre propio
- Los nombres abstractos personificados, utilizados alegóricamente
- Los nombres propios geográficos. Los nombres comunes genéricos que acompañan a los nombres propios geográficos deben escribirse con minúscula. Solo si el nombre genérico forma parte del nombre propio, se escribe con mayúscula inicial
- Las designaciones que, por antonomasia, tienen algunos topónimos y que se usan como alternativa estilística a su nombre oficial
- Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de determinadas zonas geográficas, que generalmente abarcan distintos países, pero que se conciben como áreas geopolíticas con características comunes
- Los nombres de vías y espacios urbanos. Al igual que en el caso de los nombres geográficos, solo el nombre propio debe ir escrito con mayúscula, y no los nombres comunes genéricos que acompañan a este, que deben escribirse con minúscula. Sin embargo, se escribirán en mayúscula los nombres genéricos de vías o espacios urbanos procedentes del inglés
- Los nombres de galaxias, constelaciones, estrellas, planetas y satélites. Las palabras Sol y Luna solo suelen escribirse con mayúscula inicial en textos científicos de temática astronómica, en los que designan los respectivos astros; pero, excepto en este tipo de textos, se escriben normalmente con minúscula. La palabra Tierra se escribe con mayúscula cuando designa el planeta; pero con minúscula en el resto de sus acepciones
- Los nombres de los signos del Zodiaco y los nombres alternativos que aluden a la representación iconográfica de cada uno de ellos
- Los nombres de los cuatro puntos cardinales y de los puntos del horizonte, cuando nos referimos a ellos en su significado primario o cuando forman parte de un nombre propio. También se escriben con mayúsculas los casos de Polo Norte y Polo Sur
- Los sustantivos y adjetivos que componen el nombre de entidades, organismos, departamentos o divisiones administrativas, edificios, monumentos, establecimientos públicos, partidos políticos, etc. También se escribe con mayúscula el término que en el uso corriente nombra de forma abreviada una determinada institución o edificio
- Los nombres de los libros sagrados y sus designaciones antonomásticas. También los nombres de los libros de la Biblia
- Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de publicaciones periódicas o de colecciones
- La primera palabra del título de cualquier obra de creación; el resto de las palabras que lo componen, salvo que se trate de nombres propios, deben escribirse con minúscula. En el caso de los títulos abreviados con que se conocen comúnmente determinados textos literarios, el artículo que los acompaña debe escribirse con minúscula. Por ejemplo: el Quijote
- Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de documentos oficiales, como leyes o decretos, cuando se cita el nombre oficial completo. También se escriben con mayúscula los nombres de los documentos históricos
- Los nombres de festividades religiosas o civiles
- Las advocaciones de la Virgen y las celebraciones o festividades a ellas dedicadas
- Los nombres de órdenes religiosas. También se escribe con mayúscula la palabra Orden cuando acompaña al nombre propio
- Los nombres de marcas comerciales
- Las palabras que forman parte de la denominación oficial de premios, distinciones, certámenes y grandes acontecimientos culturales o deportivos. En cuanto a los premios, al referimos al objeto material que los representa o a la persona que los ha recibido, se utiliza la minúscula
- Los sustantivos y adjetivos que forman el nombre de disciplinas científicas, cuando nos referimos a ellas como materias de estudio, y especialmente en contextos académicos (nombres de asignaturas, cátedras, facultades, etc.) o curriculares. También se escriben con mayúscula los sustantivos y adjetivos que dan nombre a cursos, congresos, seminarios, etc.
- La primera palabra del nombre latino de las especies vegetales y animales
- Los nombres de edades y épocas históricas, cómputos cronológicos, acontecimientos históricos y movimientos religiosos, políticos o culturales. Igualmente se escriben con mayúscula los sustantivos que dan nombre a eras y períodos geológicos
- Determinados nombres comunes cuando, por antonomasia, designan una sola de las realidades de su misma clase
- Determinados nombres, cuando designan entidades o colectividades institucionales. En muchos casos, esta mayúscula tiene una función diacrítica o diferenciadora, ya que permite distinguir entre acepciones distintas de una misma palabra
- Los nombres de conceptos religiosos como el Paraíso, el Infierno, el Purgatorio,, siempre que se usen en su sentido religioso originario, y no en usos derivados o metafóricos, pues, en ese caso, se escriben con minúscula
- En textos religiosos, suelen escribirse con mayúscula, en señal de respeto, los pronombres personales Tú, Ti, Sí, Vos, Él, Ella, referidos a Dios o a la Virgen
- Se escriben con mayúsculas los números romanos.
Casos en que no debe usarse la mayúscula inicial
Se escriben con minúscula inicial, salvo que la mayúscula venga exigida por la puntuación, las palabras siguientes:
- Los nombres de los días de la semana, de los meses y de las estaciones del año. Solo se escriben con mayúscula cuando forman parte de fechas históricas, festividades o nombres propios
- Los nombres de las notas musicales
- Los nombres propios que se usan como nombres comunes. Es muy frecuente que determinados nombres propios acaben designando un género o una clase de objetos o personas.
- Los nombres comunes genéricos que acompañan a los nombres propios de lugar, sean geográficos o de espacios o vías urbanas
- Los nombres de los vientos, salvo que estén personificados en poemas o relatos mitológicos
- Los nombres de las religiones
- Los nombres de tribus o pueblos y de lenguas, así como los gentilicios
- Los tratamientos (usted, señor, don, fray, san(to), sor, reverendo,), salvo que se escriban en abreviatura, caso en que se escriben con mayúscula: Ud., Sr., D., Fr., Sto., Rvdo. Solo cuando, por tradición, se han formado acuñaciones que funcionan como nombres propios, se escribirán estos tratamientos en mayúscula
- Los títulos, cargos y nombres de dignidad como rey, papa, duque, presidente, ministro,, se escriben con minúscula cuando aparecen acompañados del nombre propio de la persona que los posee, o del lugar o ámbito al que corresponden.
Aunque parecen muchas normas, una vez que las dominas ya no las olvidas. Si te resultó útil este artículo, compártelo con tus contactos y haz que conozcan el uso adecuado de las mayúsculas en español.