Sería muy ambicioso pensar que toda persona que se dedica a la escritura -bien sea en el ámbito literario o al generar contenido como copywriter– maneja con absoluta certeza todos los temas que desarrolla.
Sin embargo, esta realidad no tiene por qué convertirse en un obstáculo para producir un buen texto. Al contrario, debería volverse una motivación que te lleve a aprender sobre el tema hasta dominarlo, de manera que puedas realizar un trabajo de calidad.
Ciertamente, escribir acerca de una temática desconocida no es un proceso sencillo, pero tampoco es imposible. Esta semana, en Ediciones Kitzalet, te damos algunas recomendaciones y te mostramos una serie de pasos que puedes seguir para que el resultado del próximo texto que escribas sea exitoso.
La importancia de investigar

Lo primero que debes hacer para desarrollar un texto acerca de un tema que no dominas es investigar, estudiar y documentarte sobre él. Busca fuentes confiables de las que puedas extraer información veraz.
Lee, analiza y entiende a la perfección de qué trata el tema. Luego, en caso de que te queden dudas, haz una lista con las preguntas que te surjan y repasa nuevamente el contenido hasta que logres responderlas y aclararlas. Para despejar esas interrogantes, también puedes consultar la opinión de expertos en la materia.
En el campo de la literatura, la investigación tiene como finalidad darle credibilidad a la historia, o las historias, que narras. Por ejemplo, si tu intención es ambientar un relato en una ciudad o un pueblo determinados, investigar sobre ellos te dará la posibilidad de describirlos con detalle, aunque nunca los hayas visitado en la realidad. El nivel de la investigación variará según el género que decidas escribir y del tema que quieras abordar.
Otros consejos para escribir sobre temas que desconoces

Además de hacer una investigación profunda sobre los tópicos que desarrollarás, seguir estas recomendaciones también te ayudarán a la hora de escribir:
- Organiza tus ideas en un esquema. Ya sea que tengas una estricta disciplina al escribir o prefieras esperar momentos de inspiración, crear un esquema que te permita organizar las ideas siempre será una buena herramienta. Detalla con exactitud lo que tienes que escribir y las preguntas que debes responder. Esquematizar la información y entender el orden de los elementos que componen tu texto, te hacen ver con mayor claridad los puntos débiles de tu argumentación y cómo puedes resolverlos.
- Utiliza un lenguaje sencillo. Describe el tema con un lenguaje sencillo y conciso; haz énfasis en los puntos importantes, pero sin abusar de la terminología técnica. Utilizar palabras pocos conocidas o expresiones demasiado elaboradas le aportan al texto una complejidad que tal vez no todos tus lectores puedan comprender. El objetivo de escribir no es impresionar o mostrar al lector cuánto vocabulario manejas, sino construir un escrito de forma natural y agradable. De esta manera, tus lectores -quienes, probablemente, tampoco dominen el tema, pero les resulte interesante- recibirán la información de manera clara. Además, evitas caer en redundancias o hacer tu texto más denso e ilegible. Por eso, entre menos palabras más precisa será la idea.
- Cuida la sintaxis y la ortografía. En español, las oraciones canónicas se construyen siguiendo el orden SVO: sujeto + verbo + objetos (o complementos). Seguir esa estructura garantiza que el texto resultará mucho más claro y sencillo de entender para los lectores. Verifica, además, la concordancia entre género y número (masculino y femenino, singular y plural) y si existen palabras o ideas repetidas; es decir, pon especial cuidado en la coherencia y la cohesión de tu escrito. Finalmente, presta atención a la ortografía, fundamental para el desarrollo de un buen texto.
- Aporta solo los datos necesarios. Eventualmente, deberás aportar cifras e indicadores para apoyar los argumentos expuestos en tu escrito. Sin embargo, incluir una gran cantidad de números puede llegar a abrumar y confundir a tus lectores. Para mayor claridad, agrégalos junto con una leyenda que oriente a las personas que te leen y no conocen el tema a profundidad.
- Haz una pausa entre cada lectura de revisión. Para asegurarte de que el resultado de tu texto será de calidad, es importante que hagas una pausa entre cada una de las revisiones, ya que así podrás encontrar posibles errores que hayan pasado inadvertidos antes. Otra opción es solicitarle a un tercero -un corrector de estilo, preferiblemente, si se trata de una obra extensa- que lea tu texto; los errores serán más perceptibles para él.
- Toma en cuenta la opinión de tus lectores. Lee las preguntas y las discusiones que genera tu audiencia en los foros o en la sección de comentarios. De esta manera, tendrás la seguridad de estar cubriendo de manera relevante los temas que son de su interés.
Como escritor, tu trabajo debe estar enfocado en crear contenido que apetezca a todo tipo de audiencia. Ahora, además de saber lo importante que resulta una buena investigación, cuentas con algunos datos que te ayudarán a sacar adelante temas nuevos y desconocidos. ¿Conoces algún otro “truco” que te facilite abordar temas que no dominas? Te leemos…
Deja un comentario