
Se acerca el Día de la Madre: el próximo 8 de mayo, segundo domingo del mes. Este año, para homenajear a estas queridas y admiradas mujeres, Ediciones Kitzalet les brinda una selección de cinco poemas que muestran el amor incondicional hacia ellas, como un regalo para esos seres tan especiales que nos dieron la vida.
Si tienes una madre lectora, que, además, disfruta de la poesía, este post es para ella: grandes autores de la literatura hispanoamericana han escrito hermosos poemas para mamá. Si aún no has encontrado el regalo ideal para festejar y homenajear a esa valiosa mujer que te trajo al mundo, dedícale esta publicación.
5 poemas de autores famosos dedicados a mamá
Escoger el poema ideal para la madre puede ser una ardua –pero hermosa– tarea, ya que buscamos aquel que describa, de la manera más explícita, nuestro amor por ella. Afortunadamente, grandes autores hispanoamericanos supieron expresar este sentimiento a través de sus versos, como los ejemplos a continuación:
Amor, de Pablo Neruda

El Premio Nobel de Literatura, y uno de los grandes poetas de Latinoamérica, dedicó un poema a su madre ausente, quien murió de tuberculosis cuando él tenía apenas un mes de nacido. Describe todos sus anhelos como hijo y promete amor incondicional a su madre. Invita a la reflexión a quienes la tienen presente, para que valoren los pequeños detalles cotidianos que, en ocasiones, se dan por sentado.
«Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa, limpio de todo mal.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.»
Palabras a mi madre, de Alfonsina Storni
Esta autora feminista escribió poemas para una madre luchadora, haciendo uso de una lírica más compleja que la de sus otros textos, pero con la originalidad que la define, por lo que está recomendada para madres amantes de la poesía o de las artes en general, sobre todo si admiran a esta reconocida poetisa.
«No las grandes verdades yo te pregunto, que
No las contestarías; solamente investigo
Sí, cuando me gestaste, fue la luna testigo,
Por los oscuros patios en flor, paseándose.
Y sí, cuando en tu seno de fervores latinos,
Yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro
Te adormeció las noches, y miraste en el oro
Del crepúsculo, hundirse los pájaros marinos.
Porque mi alma es toda fantástica, viajera
Y la envuelve una nube de locura ligera
Cuando la luna nueva sube al cielo azulino.
Y gusta si el mar abre sus fuertes pebeteros.
Arrullada en un claro cantar de marineros
Mirar las grandes aves que pasan sin destino«.
La madre ahora, de Mario Benedetti

No podemos dejar a Benedetti fuera de esta selección. Su poema dedicado a la madre es un clásico que ha llegado al corazón de millones de personas. Es un texto que muestra el valor de las madres en el hogar, y cómo -a través del tiempo- ellas siguen siendo el pilar fundamental de la familia; además, invita al lector a hacer un viaje en su memoria, para valorar lo que tiene en común con los demás hijos.
«Doce años atrás
cuanto tuve que irme
dejé a mi madre junto a la ventana
mirando la avenida
ahora la recobro
sólo con un bastón de diferencia
en doce años transcurrieron
ante su ventanal algunas cosas
desfiles y redadas
fugas estudiantiles
muchedumbres
puños rabiosos
y gases de lágrimas
provocaciones
tiros lejos
festejos oficiales
banderas clandestinas
vivas recuperados
después de doce años
mi madre sigue en su ventana
mirando la avenida
o acaso no la mira
sólo repasa sus adentros
no sé si de reojo o de hito en hito
sin pestañear siquiera
páginas sepias de obsesiones
con un padrastro que le hacía
enderezar clavos y clavos
o con mi abuela la francesa
que destilaba sortilegios
o con su hermano el insociable
que nunca quiso trabajar
tanto rodeos me imagino
cuando fue jefa en una tienda
cuando hizo ropa para niños
y unos conejos de colores
que todo el mundo le elogiaba
mi hermano enfermo o yo con tifu
mi padre bueno y derrotado
por tres o cuatro embustes
pero sonriente y luminoso
cuando la fuente era de ñoquis
ella repasa sus adentros
ochenta y siete años de grises
sigue pensando distraída
y algún acento de ternura
se le ha escapado como un hilo
que se le ha escapado como un hilo
que no se encuentra con su aguja
cómo quisiera comprenderla
cuando la veo igual que antes
desperdiciando la avenida
pero a esta altura qué otra cosa
puedo hacer yo que divertirla
con cuentos ciertos o inventados
comprarle una nueva tele
o alcanzarle su bastón«.
Madrecita mía, de Gabriela Mistral

Uno de los poemas más famosos de la gran escritora chilena, Premio Nobel de Literatura, quien dedicó muchos poemas a las madres y, en especial, a la santidad de la creación. Aquí encontramos uno de los poemas más breve y más interesantes escritos para una madre.
«Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas.
Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo
deja revolverlo
sobre tu regazo…
Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío,
y en tus brazos locos
tenme suspendido…
Madrecita mia,
todito mi mundo,
dejame decirte
los cariños sumos…»
Los versos para mi madre, de Julio Jaramillo
Aunque no es estrictamente un poema, es una hermosa descripción poética de una madre hecha canción por el “Ruiseñor de América”. Esta canción describe el amor incondicional de una madre hacia un hijo y como este es recíproco.
«Cuando tras larga ausencia regreso
ella me espera,
me abraza como a un niño,
me besa con pasión.
Mi madre es pequeñita
igual que una violeta,
lo dulce esta en su alma,
el llanto en el adios.
Es dueña de mis sueños,
aunque no soy poeta,
los versos a mi madre
me los inspira Dios.
Que linda que es mi madre
que suerte es tenerla y
que dichoso al verla
feliz en el hogar.
Radiante de alegría
al lado de sus hijos
cuidando sus nietitos
que santa que es mi madre,
Bendícela, si, bendícela Señor.
Mi madre es una rosa
de pétalos ajados
que guarda su perfume
muy junto al corazón.
Viviendo nuestra angustia
no se lo que ha llorado
por eso al mencionarla
me embargo de emoción.
Mi madre es como un cromo
de mágica paleta
canción dolor ternura
de todo hay en su voz.
Es dueña de mis sueños,
aunque no soy poeta,
los versos a mi madre
me los inspira Dios.
Que linda que es mi madre
que suerte es tenerla y
que dichoso al verla
feliz en el hogar».
El Día de la Madres es una de las celebraciones más especiales del año; una día para rendir homenaje a todas las mujeres que han dado vida y, además, brindan su amor incondicional, con constancia y dedicación.
¿Ya tienes el regalo para mamá en su día? ¿Cuál de estos poemas le dedicarías? ¿Incluirías otros poemas en esta selección? Coméntanos, te leemos…