Existen signos de puntuación que guardan cierta similitud en su forma y, por esta razón, podemos confundirlos al momento de utilizarlos mientras escribimos. Un caso muy frecuente es el uso de la raya y el uso del guion, ya que la única diferencia existente entre ellos es la longitud; no obstante, sus funciones dentro de un texto son muy específicas.
Esta semana, en Ediciones Kitzalet, te traemos un resumen de los principales usos de ambos signos; como siempre, con base en las principales obras de referencia de la Real Academia Española (RAE)[i], las cuales te recomendamos consultar en caso de querer ampliar la información u obtener ejemplos.
Usos de la raya
La raya es un signo de puntuación que consiste en un trazo horizontal (—), más largo que el correspondiente al guion (-), con el cual no debe confundirse. Puede utilizarse como signo simple o doble. Se usan dos rayas (una de apertura y otra de cierre) para introducir un inciso dentro de un período más extenso. En este caso, ambas se escriben pegadas a la primera y a la última palabra del período que enmarcan, y separadas por un espacio de la palabra o signo que las precede o las sigue; pero si lo que sigue a la raya de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.
Entre los principales usos de la raya tenemos:
- Encerrar aclaraciones o incisos. Los incisos entre rayas suponen un aislamiento mayor con respecto al texto en el que se insertan que los que se escriben entre comas, pero menor que los que se escriben entre paréntesis. La raya de cierre en los incisos no se suprime aunque detrás de ella deba aparezca un punto o cualquier otro signo de puntuación.
- Introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre paréntesis. Por el contrario, para intercalar algún dato o precisión en un inciso escrito entre rayas, han de usarse los paréntesis.
- En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de cada uno de los interlocutores, sin que se mencione el nombre de estos. No debe dejarse espacio de separación entre la raya y el comienzo de cada una de las intervenciones.
- En textos narrativos, la raya se utiliza también para introducir o enmarcar los comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes.
- Las rayas se usan también para enmarcar los comentarios del transcriptor de una cita textual.
- La raya sirve, asimismo, para introducir cada uno de los elementos de una relación que se escriben en líneas independientes. En este caso, debe dejarse un espacio en blanco entre la raya y el texto que sigue.
- En listas alfabéticas, índices bibliográficos y otros repertorios, la raya al comienzo de una línea se usa para indicar que en ese renglón se omite, para no repetirlo, un elemento común ya expresado en la primera de sus menciones. También en este caso debe dejarse un espacio en blanco después de la raya.
Usos del guion
El guion también es un signo ortográfico de trazo horizontal, pero su longitud es sensiblemente menor que la de la raya. A diferencia de esta, el guion solo se usa de manera simple.
Desde la publicación de la Ortografía de la lengua española,[ii] en el año 2010, esta palabra puede escribirse con o sin tilde –guión o guion–, aunque la recomendación de la Academia es dar preferencia al segundo caso. Esta doble grafía responde a las dos formas posibles de articular esta palabra: con diptongo (guion [gión]), caso en que es monosílaba y debe escribirse sin tilde; o con hiato (guión [gi – ón]), caso en que es bisílaba y se tilda por ser aguda acabada en -n. La articulación como monosílaba es normal en amplias zonas de Hispanoamérica, especialmente en México y América Central, mientras que en otros países del continente –como Argentina, Ecuador, Colombia y Venezuela–, y en España, esta palabra se articula como bisílaba.
Entre los múltiples posibles, los usos más frecuentes del guion son los siguientes:
- Establece distintas relaciones circunstanciales entre nombres propios.
- Une dos adjetivos que se aplican a un nombre, siempre que cada uno de ellos conserve su forma plena. En estos casos, el primer adjetivo permanece invariable en forma masculina singular, mientras que el segundo concuerda en género y número con el sustantivo al que se refiere.
- Establece relaciones entre conceptos, que pueden ser fijas o circunstanciales. En estos casos el guion tiene un valor de enlace similar al de una preposición o una conjunción.
- Une dos gentilicios que conservan su referencia independiente. El primer elemento permanece invariable, mientras que el segundo concuerda en género y número con el sustantivo; además, cada elemento conserva la acentuación gráfica que le corresponde como palabra independiente.
- Cuando, por motivos de espacio, se deba dividir una palabra al final de una línea, se utilizará el guion. Las abreviaturas y las siglas no se dividen nunca en renglones diferentes. Solo los acrónimos que se han incorporado al léxico general pueden dividirse con guion de final de línea.
- Une un prefijo con la palabra a la que acompaña cuando esta empieza por mayúscula, es una sigla o un número.
- Entre cifras, indica un intervalo.
- Las siglas alfanuméricas, por ejemplo las de fechas señaladas, pueden escribirse con o sin guion, aunque la tendencia actual es prescindir de dicho signo.
Ahora que ya conoces las diferencias que existen entre la raya y el guion, así como los usos ortográficos de cada uno de estos signos, estás listo para escribir –sin temor a equivocarte– los diálogos entre los personajes de tu próxima novela; también para unir o separar palabras, según la necesidad que tengas.
¿Te gustaría conocer los usos de algún otro signo de puntuación? Cuéntanos en la sección de comentarios…
[i] Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2005). Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana Ediciones Generales.
[ii] Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2010). Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa.
Referencias digitales:
https://www.fundeu.es/recomendacion/guion-claves-para-usar-este-signo-1250/