Son muchos los textos literarios que involucran el uso de mapas en el desarrollo de su historia, bien sea para hallar un tesoro escondido o para llegar a un territorio anhelado. ¿Te habías detenido alguna vez a pensar en la cartografía literaria? Hoy, en Ediciones Kitzalet, te mostramos un poco de la fascinante relación que existe entre cartografía y literatura.
Qué es la cartografía
La palabra cartografía proviene de la unión de las voces griegas chartēs (“mapa”) y graphein (“escrito”). El Diccionario de la Lengua Española (DLE) la define como el “Arte de trazar mapas geográficos” y como la “Ciencia que estudia los mapas”, mientras que la Asociación Cartográfica Internacional la define como la disciplina que se ocupa de la concepción, producción, difusión y estudio de mapas.
La cartografía es una ciencia dinámica y, como tal, evoluciona con los adelantos tecnológicos. Si bien los mapas antiguos se dibujaban con pluma y tinta sobre papel, en la actualidad, gracias a la cartografía digital, los resultados de la compilación de datos se presentan en imágenes virtuales.
Los mapas en papel no pueden actualizarse con la misma velocidad que los mapas digitales, ni utilizando las mismas técnicas. Los mapas digitales suelen actualizarse mediante la sincronización satelital, lo que supone un avance respecto a la cartografía tradicional.
Influencia de la cartografía en la literatura
La literatura se ha visto muy influida por los mapas geográficos. Desde hace muchos años, la cartografía ha sido fuente de inspiración para muchos escritores y poetas, quienes han creado lugares inhóspitos y mundos fantásticos a partir de ella. Julio Verne, por ejemplo, afirmaba que, sin conocer el mundo entero, podía escribir cualquier libro gracias a los mapas.
Otros ejemplos de esta influencia de la cartografía en la literatura están representados en el Atlas de literatura universal (Nórdica Libros, 2017): una selección de textos de autores diversos sobre 35 clásicos literarios -como la Biblia y el Quijote, entre otros-, cada uno ilustrado con un mapa que refleja la ubicación de las obras.
En el prólogo de este libro, su coordinador, el catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Pedro García Martín, relaciona la cartografía con las letras: “El arte de cartografiar las obras literarias también recrea el mundo. Nos proporciona nuevas e insospechadas lecturas acerca de su naturaleza creativa”.
La cartografía literaria también nos permite visualizar e imaginar cómo era el mundo cuando esos textos fueron concebidos y creados. Por ejemplo, la novela picaresca de los siglos XVI y XVII, período conocido como el Siglo de Oro español, nos permite viajar a la Madrid o la Sevilla de esa época.
Qué es el worldbuilding
Entre todos los géneros literarios, existe uno que suele hacer un uso particular de la cartografía en sus relatos: la ciencia ficción. Para lograr la elaboración de mapas finamente detallados -como los de la Tierra Media descrita por el británico J. R. R. Tolkien, por ejemplo-, es necesario que el autor transite antes por un proceso conocido como worldbuilding, que traducido al español significa “creación de mundos”.
Worldbuilding es el nombre que se le da al diseño del entorno en el que el escritor desarrolla su relato: geografía, flora, fauna, clima, historia, cultura, sistema social, ciencia, tecnología y lenguaje, entre otros aspectos; es decir, cualquier elemento que el autor considere necesario para contar la historia que protagonizarán sus personajes.
Aunque, actualmente, el worldbuilding se utiliza en el cine y los videojuegos, los primeros mundos ficticios fueron creados en la literatura por autores fantásticos, entre los que destaca el ya mencionado J.R.R. Tolkien, autor de afamadas obras como El hobbit y la trilogía de El Señor de los Anillos (La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del Rey). Según Tolkien, el objetivo del worldbuilding es que el lector pueda sumergirse en el mundo creado y quedar encantado por él.
Con frecuencia, la creación de mapas es uno de los primeros pasos a seguir en el proceso del worldbuilding. Ellos pueden ordenar los elementos básicos del terreno de un mundo fantástico y convertirse en herramientas muy útiles para la audiencia, ya que ayudan a ubicarla espacialmente durante la narración de la historia.
¿Te gustan los mapas? ¿Consideras que son útiles en la literatura? ¿Cuál es tu mundo ficticio favorito? Te leemos en la sección de comentarios…
Excelente información G.R.R. Martin hace uso de este recurso para la narración en su «Westeros» pero no solo eso, sino que, recreó un planeta entero al que solo se refiere como «Planetos», con territorio aún sin descubrir, lleno de culturas, guerras, historia y sus propias criaturas fantásticas; fans de sus libros han recreado mapas a partir de sus descripciones.