El teatro es un mundo lleno de magia, de acción, en el que historias fascinantes se materializan para ser disfrutadas por los espectadores.
Cuando se piensa en escribir, editar y publicar un libro, generalmente son considerados géneros y subgéneros como la novela, el cuento, la poesía y el ensayo, por ejemplo. Pensar en un texto teatral resulta menos convencional. Sin embargo, este género atrae y es practicado cada vez más por los autores: esas historias narradas de forma especial en las que el diálogo es lo más importante y en las que las descripciones se hacen pensando más en su representación que en la imaginación del lector.
Si tu sueño es escribir una obra de teatro, desarrollar un guion teatral, Ediciones Kitzalet te trae esta semana algunas ideas para que alcances tu meta. Solo necesitas poner en marcha tu imaginación, tener ganas de lograrlo y seguir estos pasos para saber cómo escribir una obra de teatro.
Elementos necesarios para escribir una obra de teatro
Si te gusta el género teatral y quieres convertirte en un excelente dramaturgo, debes tomar en cuenta estos aspectos al momento de escribir y desarrollar tu obra; considéralos una guía para escribir un guion de teatro:
- Crea la historia. El teatro comparte características con otro género literario: el narrativo. Por esta razón, tu obra debe contemplar la estructura inicio – desarrollo – desenlace. Ubica la historia en tiempo y espacio y piensa en los personajes que intervendrán en ella. Este paso inicial te permitirá delimitar de manera efectiva los actos y las escenas.
- Define a los personajes. Una vez pensada la historia, es el momento de dar forma a los personajes que creaste. Establece quiénes serán los protagonistas y quiénes los personajes secundarios. De manera similar a las obras narrativas, es posible elaborar plantillas para la creación de personajes y, gracias a ellas, tener claras las características –tanto físicas como psicológicas- de cada uno, sus motivaciones y las relaciones que guarda con el resto de los involucrados en la trama.
- Escribe una escaleta. Decide si tu obra tendrá uno, dos o tres actos; cuántas escenas deseas hacer y cuál es su cronología. En esta etapa, ya le puedes asignar un título a las escenas. Al tener lista la escaleta general, resume detalladamente lo que debe suceder en cada escena.
- Genera los diálogos. En líneas generales, los diálogos constituyen la columna vertebral de la obra de teatro. A través de ellos, los personajes interactúan, expresan lo que sienten y explican al público lo que sucede. Para verificar que los diálogos son coherentes, lee en voz alta todo lo que escribas, de modo que puedas notar si suenan bien y resultan creíbles en función del contexto en el que se encuentran y, por lo tanto, que sean representativos de lo que deseas expresar.
- Incluye acotaciones y didascalias. Aunque algunos autores utilizan ambos términos como sinónimos, para otros las didascalias son referencias exclusivas a la puesta en escena, aquellas especificaciones sobre el movimiento o los gestos realizados por los personajes, mientras que las acotaciones tiene un significado más amplio, comentarios puntuales sobre el ambiente narrativo y el tiempo referencial. Estos comentarios se incluyen entre paréntesis y constituyen indicaciones no verbales.
- Establece el tiempo de duración. El texto debe durar lo justo y necesario para que puedas expresar lo que deseas. No debe ser excesivamente corto ni largo, para que el público no pierda el interés. Además, también tendrás que prestar atención a la duración de los componentes individuales: si el texto es un solo acto, se recomienda que dure, aproximadamente, 100 minutos. Si está en dos actos, debes hacer que el primer acto sea más largo que el segundo (por ejemplo, 50 min-30 min). Si está en tres o más actos, cada acto debe durar menos.
Comenzar a escribir tu guion teatral te resultará muy fácil si sigues estas pautas. Atrévete y comparte con nosotros tus ideas. ¿Tienes una historia que quieras representar? ¿Has pensado ya en los personajes? Cuéntanos en los comentarios…