Algo que genera satisfacción en un amante de las letras -y, realmente, en muchas personas, en general- es encontrar un texto bien escrito, porque el mensaje logra transmitirse con fluidez. El buen uso de las mayúsculas y minúsculas, así como el uso correcto de los signos de puntuación, facilitan el proceso de la comunicación.
El uso adecuado de las comillas es un tema que puede prestarse a confusión, ya que -en español- existen tres tipos diferentes y cada uno se utiliza en casos específicos. En Ediciones Kitzalet nos complace compartir contigo estos conocimientos y facilitarte el acceso a este tipo de información, siempre de la mano de, y citando, instituciones que son autoridad en materia lingüística: la Real Academia Española (RAE) y la Fundación del Español Urgente (Fundéu).
Tipos de comillas
Al igual que los signos de exclamación y de interrogación, las comillas son un signo ortográfico doble, es decir, con apertura y cierre. Como ya mencionamos, en español se utilizan tres tipos de comillas diferentes, con un orden establecido:
- Angulares (también llamadas latinas o españolas) (« »)
- Inglesas (“ ”)
- Simples (‘ ’).
La RAE recomienda utilizarlas en el siguiente orden: «…en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado». (RAE – ASALE, 2005: 149).
Las comillas inglesas y las simples se ubican en la parte alta del renglón, mientras que las angulares van centradas. Todas se escriben pegadas a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y se separan de las palabras o signos que las preceden o las siguen con un espacio. Ahora, si lo que sigue a las comillas de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ellos.
Uso de las comillas
Los usos de las comillas indicados por la RAE son:
- Para enmarcar la reproducción de citas textuales. Si el texto que se reproduce consta de varios párrafos, antes era costumbre colocar comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura). Hoy, lo normal es reproducir la cita con sangrado respecto del resto del texto y generalmente en un cuerpo menor. En ese caso, ya no son necesarias las comillas.
- Cuando se intercala un comentario del transcriptor de la cita, este debe enmarcarse entre rayas, sin necesidad de cerrar las comillas para volverlas a abrir después del inciso.
- También se encierran entre comillas las palabras textuales que se reproducen dentro de un enunciado en estilo indirecto.
- La inclusión, a través de las comillas, de un texto literal dentro de un enunciado en estilo indirecto es aceptable siempre y cuando no se incumpla alguna de las condiciones impuestas por el estilo indirecto, como, por ejemplo, la correlación de tiempos verbales o los cambios en determinados pronombres o adverbios.
- Para encerrar, en las obras literarias de carácter narrativo, los textos que reproducen de forma directa los pensamientos de los personajes. Cuando los pensamientos del personaje ocupan varios párrafos, se colocan comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura).
- Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar, procede de otra lengua o se utiliza irónicamente o con un sentido especial. En textos impresos en letra redonda es más frecuente y recomendable reproducir los extranjerismos crudos en letra cursiva que escribirlos entrecomillados.
- Cuando en un texto manuscrito se comenta un término desde el punto de vista lingüístico, este se escribe entrecomillado. En los textos impresos, en lugar de usar las comillas, se escribe el término en un tipo de letra diferente al de la frase en que va inserto (en cursiva si el texto normal va en redonda, o en redonda si el texto normal va en cursiva).
- En obras de carácter lingüístico, las comillas simples se utilizan para enmarcar los significados.
- Se usan las comillas para citar el título de un artículo, un poema, un capítulo de un libro, un reportaje o, en general, cualquier parte dependiente dentro de una publicación; los títulos de los libros, por el contrario, se escriben en cursiva cuando aparecen en textos impresos en letra redonda (o viceversa, en redonda si el texto normal va en cursiva).
De acuerdo con la Fundéu, además de los ya mencionados, otros usos de las comillas son:
- Delimitar los títulos de ponencias, discursos, exposiciones y otros documentos académicos.
- Delimitar los apodos y alias que se intercalan entre el nombre de pila y el apellido.
También, esta fundación destaca algunos usos inadecuados, aunque frecuentes, de las comillas:
- Marcar nombres propios, acrónimos o siglas de otras lenguas.
- Enmarcar los títulos de las colecciones editoriales, de los libros sagrados o de sus partes.
Estos son los principales usos de las comillas en la lengua española. Si deseas conocer cómo funcionan cuando se combinan con otros signos de puntuación, te recomendamos acudir a las obras de consulta de la RAE: el Diccionario panhispánico de dudas y la Ortografía de la lengua española, ya sea en sus versiones impresas[1] o digitales[2].
¿Conocías los tres tipos de comillas? ¿Las usas de forma adecuada? ¿O sueles utilizar las comillas inglesas donde deberían ir las angulares? Cuéntanos en la sección de comentarios…
[1] Referencias bibliográficas:
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2005). Diccionario panhispánico de dudas. «Comillas». Madrid: Santillana. 149-150.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2010). Ortografía de la lengua española. «Las comillas». Madrid: Espasa. 380-387.
[2] Referencias digitales:
https://www.rae.es/dpd/comillas (Consulta 28/07/2021).
http://aplica.rae.es/orweb/cgi-bin/buscar.cgi (Consulta 03/08/2021).
https://www.fundeu.es/recomendacion/comillas-uso-de-este-signo-ortografico/ (Consulta 03/08/2021).