Un relato que atrape a los lectores -ya sea al escribir un cuento o escribir una novela– implica pensar una historia muy bien argumentada y crear unos personajes claramente definidos. La ambientación de este relato resulta de gran importancia, ya que comprende el tiempo y espacio narrativos en el que se desenvolverá toda la trama.
La ambientación en un cuento o una novela es relevante ya que le otorga veracidad a la narración: si el lugar que rodea a una historia no es convincente, o si hay saltos injustificados en el tiempo, lo más probable es que el lector pierda el interés en tu obra. En este sentido, uno de los primeros pasos es investigar. Ya sea que elijas una época diferente a la actual o una localidad distinta a la que habitas, es imprescindible que conozcas todos los detalles para que logres conseguir una ambientación verosímil.
Planificar el ambiente narrativo desde el inicio, antes de sentarte a escribir, puede ayudarte a construir una historia coherente, sin ningún tipo de fisuras o vacíos. Esta semana, en Ediciones Kitzalet, te damos una serie de recomendaciones para que logres determinar satisfactoriamente el espacio y el tiempo de la narración en tu libro soñado.
El espacio narrativo
El espacio, la ubicación, en un texto narrativo es el marco físico en el que se desarrolla la historia. Es importante que siempre le des al lector los elementos para que recree en su mente el lugar en el que se lleva a cabo la acción. Para que un espacio narrativo esté bien descrito, debes tomar en cuenta e incluir los siguientes elementos:
- El clima y la vegetación. Este aspecto es especialmente importante si decides ambientar tu novela en otra época o en un país diferente al tuyo, por ejemplo. Cerciórate de describirlos según la realidad de ese momento histórico o del lugar que elijas. Aunque no lo creas, algunos lectores comprueban estos datos. Además, puedes utilizar el clima como metáfora de la situación emocional de los personajes.
- Los cinco sentidos. Describir lo que perciben tus personajes a través de sus sentidos es un elemento importante que te ayudará a enmarcar los hechos en un contexto real y auténtico. Además de lo visual, incluir olores, sabores, sonidos y texturas, le ofrece al lector señales muy preciadas de la ambientación.
- Los detalles. Incluir detalles muy específicos del lugar donde transcurre todo es muy útil para que los lectores recreen las escenas. Objetos propios de la época -vehículos, mobiliario-, el aspecto de los personajes -peinados, atuendos, accesorios- o la presencia de “extras” permiten que el mundo en el que se desenvuelve tu historia sea percibido como tridimensional, real, creíble, incluso si tu relato es de ficción.
El tiempo narrativo
En una narración, las acciones que realizan los personajes se suceden una detrás de otra y forman una secuencia temporal. El tiempo narrativo está comprendido por el tiempo de la historia y el tiempo del discurso. El tiempo de la historia hace referencia al momento histórico en el que los acontecimientos se desarrollan, mientras que el tiempo del discurso se refiere al orden en que esos acontecimientos son contados.
La ubicación en el tiempo está estrechamente relacionada con la ambientación de la historia, ya que una descripción detallada de lugares, objetos y vestimentas, entre otros detalles, permite caracterizar una época concreta.
Cuando narramos, podemos contar los hechos siguiendo la secuencia de lo sucedido. Sin embargo, esto no siempre es así. Como escritor, puedes darte la licencia de alterar ese orden. Este es el tiempo del discurso y estos sus recursos:
- Lineal. La historia se cuenta en orden, desde el inicio hasta el final
- In media res. La historia comienza a contarse a la mitad
- In extrema res. La historia comienza a contarse por el final.
Otros recursos que puedes utilizar para alterar el orden de aparición de los hechos son:
- Retrospección. Se cuentan hechos que sucedieron en el pasado
- Anticipación. Se cuentan hechos que sucederán más adelante
- Simultaneidad. Se cuentan hechos que ocurren de manera paralela.
Una recomendación final: aunque reconocemos que las descripciones son importantes, no seas excesivamente minucioso, ya que puedes conseguir el efecto contrario y correr el riesgo de que tu público se desanime y pierda el interés en continuar la lectura.
Ahora que cuentas con esta información y estos tips, puedes comenzar a imaginar y construir el escenario perfecto para la historia de tu libro. ¿Conoces alguna otra recomendación para ubicar el tiempo y el espacio narrativos? Te leemos en la sección de comentarios…