Cuando terminamos un escrito -ya sea breve, como una carta; o extenso, como un libro- debemos hacer una serie de correcciones antes de publicarlo, para evitar que salga con algún error que se nos haya pasado por alto y que, en consecuencia, disminuya la calidad de nuestro trabajo y del mensaje que buscamos transmitir.
Para lograr un buen resultado, lo mejor es acudir a aquellos profesionales imprescindibles para la optimización de textos: los correctores de estilo. Esta semana, en Ediciones Kitzalet, te contaremos todo lo que un buen corrector puede hacer por tu trabajo editorial.
Escritores y correctores: grandes aliados
El Diccionario de la lengua española (DLE) define estilo como la “Manera de escribir o de hablar peculiar de un escritor o de un orador”. Con base en este concepto, en el mundo editorial entendemos por estilo al conjunto de rasgos que conforman la marca personal de un escritor. Lejos de lo que se pueda pensar, la función principal de un “corrector” de estilo no es intervenir ni cambiar lo propuesto por el autor, sino destacarlo y, para hacerlo, debe respetarlo y cuidarlo.
Por ello, el escritor debe ver al corrector como un gran aliado, cuyo objetivo será lograr un manuscrito muy limpio y pulcro en cuanto a la gramática y la ortografía, entre otros aspectos. Hoy en día, ningún texto debería publicarse sin pasar antes por las manos de un corrector.
Qué es un corrector de estilo y qué puede hacer por tu libro
Como esbozamos arriba, un corrector de estilo es el profesional que se dedica a la corrección de manuscritos, con la finalidad de que los textos transmitan claramente su mensaje y alcancen sus objetivos de manera eficiente. Enfocan su tarea estrictamente en el aspecto lingüístico. Entonces, se encargan de todos los problemas de redacción que pueden surgir por el uso inconveniente e incorrecto de la lengua escrita.
Su trabajo busca facilitar la lectura del texto, al mismo tiempo que cuidan de la obra y del estilo del autor.
Tomando en cuenta estos aspectos, podemos decir que las principales funciones de un corrector de estilo son:
- Revisar las faltas de ortografías en el texto
- Verificar el buen uso del lenguaje
- Asegurarse de que el texto mantenga el mismo estilo y tono
- Corregir sintaxis y semántica
- Examinar las faltas de concordancia
- Prestar a los autores toda la ayuda necesaria para mejorar sus escritos.
Hoy en día, los correctores de estilo gozan de una gran reputación y su rol es fundamental en el proceso de publicación de un libro, ya que, gracias a ellos, se obtiene un texto libre de:
- Faltas ortográficas
- Imprecisiones gramaticales
- Repeticiones
- Incoherencias
- Errores de puntuación
- Errores de tipeo
- Dobles espacios.
Cómo trabaja un corrector de estilo
El corrector de estilo acompaña al autor durante el proceso de producción editorial y se asegura de que la obra se vuelva su mejor versión, con excelente calidad, comprobando la cohesión y la coherencia de las ideas que lo componen.
Para cumplir sus funciones, este profesional realiza revisiones del documento, tomando en cuenta distintos aspectos del texto, que se pueden resumir en tres grandes categorías:
- Revisión gramatical. Durante el proceso de creación, el autor puede -fácilmente- perder de vista las reglas gramaticales; de ahí que el corrector de estilo se encargue de que el texto respete la gramática y la ortografía de la lengua, poniendo especial atención en el uso de la puntuación y en que las oraciones permitan la claridad del texto.
- Revisión de estilo. Se refiere a la forma en que se exponen las ideas; verificar que la voz y el tono utilizados sean los adecuados para el público al que va dirigido el texto; revisar la jerarquización de las ideas, presentando primero las más importantes y, luego, las menos relevantes. Asimismo, evitar cacofonías o rimas innecesarias, que dificultan la claridad del texto.
- Revisión del uso del lenguaje. Cuando se habla de “uso del lenguaje”, se abarcan varios niveles:
- Nivel léxico. Toma en cuenta la precisión y la claridad en las palabras elegidas, al igual que la frecuencia con la que se utiliza una misma palabra.
- Nivel de registro. Puede ser formal o informal, lo cual dependerá, principalmente, del tipo de documento que se escriba y de la audiencia a quien va dirigido. Un corrector de estilo te ayudará a encontrar el mejor registro para tu texto.
- Nivel de contenido. Hace referencia a las ideas que se reflejan en el texto y su orden jerárquico dentro del mismo. Incluye también los saltos argumentativos.
Profesionales que ejercen la corrección de estilo
Aunque no es exclusivo, la corrección de estilo es un oficio ejercido -principal y generalmente- por filólogos y lingüistas, debido a su amplio dominio del idioma -en nuestro caso, el español – y de los niveles que la conforman (fonético-fonológico, morfosintáctico, léxico-semántico y pragmático). Para estar al tanto de todos los detalles y los cambios de las normas en la lengua, el corrector de estilo suele apoyarse en diversos tipos de diccionarios, así como en textos especializados, conocidos como manuales de estilo.
Las correcciones y los comentarios no deben tachar el contenido del texto e impedir su legibilidad. En la actualidad, esto es posible gracias a la función del “control de cambios” en los procesadores de palabras, como Word. No obstante, son muchos los correctores y los escritores que aún prefieren trabajar sobre papel; en este caso, las observaciones se realizan al margen del contenido, con una letra clara y legible, que muestre la pulcritud del profesional.
Por último, cada una de las correcciones debe ser justificada ante el autor, sobre todo cuando se realiza la sustitución de una palabra por otra, motivados a buscar un mejor uso; y al mismo tiempo la necesaria para lo que se quiere expresar y que permita entender la historia. La decisión final que acepte el cambio siempre la tiene el autor.
Cualquier persona que se dedique a la escritura debe considerar la participación de un corrector de estilo competente en su proyecto. La lectura de un texto propio con el fin de corregirlo es una tarea difícil, ya que el autor no logra ver sus “errores”. La mirada de un agente profesional será muy saludable para que nuestro trabajo cumpla su objetivo.
La corrección de estilo es uno de los servicios editoriales más demandados en la actualidad. ¿Terminaste tu libro? Asegúrate de contar con un buen corrector que le dé vitalidad a tu obra, respetando su esencia. En Ediciones Kitzalet contamos con profesionales que pueden ayudarte a lograr que tu texto sea impecable. Contáctanos y te apoyaremos.