Cuando terminamos un escrito, debemos hacer una serie de correcciones antes de publicarlo, para evitar que salga con algún error que se nos haya pasado por alto y que, en consecuencia, disminuya la calidad de nuestro trabajo y del mensaje que buscamos transmitir. Para lograr un buen resultado, lo mejor es acudir a aquellos profesionales imprescindibles para la optimización de textos: los correctores de estilo. Esta semana, en Ediciones Kitzalet, te contaremos todo lo que un buen corrector puede hacer por tu trabajo editorial